MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A LUZ DE MARÍA
21 DE JULIO DEL 2024
Amadísimos hijos:
LES AMO CON AMOR PROFUNDO Y LES MANTENGO EN MI SAGRADO CORAZÓN.
Amados hijos:
LES MANTENGO EN LA PALMA DE MIS MANOS (Cf. IS. 49, 16), EN LAS QUE NINGUNO SE PERDERÁ.
Les mantengo en la Palma de Mis Manos y si alguno desea salirse de Mis Manos con libertad, lo hace. Son Mis hijos y por ello poseen libre albedrío para mantenerse a Mi Lado o para elegir otros caminos fuera de Mí.
Me duele el obrar y actuar desenfrenado de esta generación…
Me duele el verles perderse, aun así les permito elegir, ya que algunos regresarán a Mí al final del camino.
¡Sí!, les llamo continuamente a ser cumplidores de Los Mandamientos, de Los Sacramentos, de Las Obras de Misericordia (1) y sobre todo a mantenerse apegados a Mi Madre Santísima, Reina del Cielo y de la Tierra.
SE ENCUENTRAN EN EL DESPEÑADERO…
LES MIRO CAER UNO A UNO AL NO HABERME SIDO FIELES Y ENTREGARSE A LAS IDEOLOGÍAS QUE ME MINIMIZAN COMO DIOS.
Amados hijos, esta debilidad que les lleva a alejarse de Mí y llegar a no reconocerme como Dios, es lo que les acercará más a darle al Anticristo el honor y la gloria que Me han negado a Mí. El mirarle resucitar a los muertos, el mirarle hacer milagros y curar a enfermos les hará decirle dios y olvidarse de Mí (Cf. Apoc. 13, 3-10).
Me aborrecerán, se avergonzarán de ser llamados Mis hijos, prohibiéndoles llamarse cristianos. Cometerán graves sacrilegios para adorar al Anticristo y le seguirán por donde vaya. Se doblegarán ante Él y le darán el alma; esto es lo que les pedirán a ustedes, que le den el alma.
Así Mis hijos se entregarán a la más cruel ingratitud que puedan cometer. Se transformarán en perseguidores de sus hermanos, llegando a entregar en manos impías a los inocentes para complacer al poder del impío (Cf. Mt. 10, 21-22).
LO ANTERIOR SE ENCUENTRA ORQUESTADO ¡YA!, falta la ejecución de este macabro plan que han gestado desde tiempos atrás. Todo esto se da debido al organismo espiritual tan debilitado por el pecado, que les ha debilitado en la fe.
Amados hijitos, las contiendas continúan ante su mirada, unos a otros se culpan del desastre en que viven y que cada vez será peor y más fuerte.
Como en el pasado han construido una gran Torre de Babel y la han multiplicado por todos los países y todos los lugares con el agravante de decir que es para brindarles mejoras en las comunicaciones (Cf. Gen. 11, 1-9). Les han dañado gravemente, exponiéndoles a la radiación las veinticuatros horas del día.
El mal ha incursionado en la vida de Mis hijos con tanta naturalidad que no parece que les ha causado tanto daño. De esta forma el mal ha sido incrustado en ustedes, de una y otra forma engañándoles.
Amadísimos Míos, los elementos se encuentran desafiando a la criatura humana. La Tierra, cuna de Mis hijos, se estremece tan fuerte que algunos lugares ya no serán estables para que Mis hijos vivan.
MANTÉNGANSE EN PAZ Y RECONOZCAN QUE EN ESTE MOMENTO COMO HUMANIDAD NO POSEEN NADA SEGURO, ÚNICAMENTE YO, QUE “SOY EL QUE SOY” (Ex. 3,14), LES DA SEGURIDAD.
Hijos, han llegado a convencerse de la facilidad con la que en un momento, ustedes llegarán a perderlo todo. Por eso les he llamado a la verdadera seguridad, siendo Mis hijos y manteniendo la fe fuerte y firme.
Oren hijos Míos, oren para que sean firmes en la fe.
Oren hijos Míos, oren y adéntrense en la Sagrada Escritura para que Me conozcan y reconozcan.
Oren hijos Míos, oren por toda la humanidad, por los que más padecerán.
Oren hijos Míos, oren, las aguas de los mares continuarán asechando a Mis hijos, manténganse con precaución.
Oren hijos Míos, oren, obedezcan y sean prudentes.
Amado Pueblo Mío, continúan padeciendo en Asia y en África debido a los fenómenos naturales. ¡Sean prudentes, hijitos Míos, sean prudentes!
ESTE MOMENTO ES MUY PELIGROSO…
LES INVITO A ADORARME EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN DONDE LES ESPERO CON AMOR ETERNO.
Los grandes conflictos que ya están sobre la humanidad necesitan la oración, la reparación y el ofrecimiento de cada uno de Mis hijos para que se mantengan firmes.
MI DESEO ES QUE NO EXISTAN DIVISIONES ENTRE LOS HERMANOS (2), no son momentos para las divisiones ni para las intrigas entre hermanos ni para las rivalidades ni para los orgullos ni para la soberbia.
MIS HIJOS SON AMADOS POR MÍ, PERO NO LO SABEN TODO, PORQUE “YO SOY EL QUE SOY” Y NO HAY NADIE MÁS GRANDE QUE YO.
Llega el momento en el que se encontrarán ante ustedes mismos y cada uno mirará cómo ha vivido y cómo ha sido en el Mandamiento del amor al prójimo (3).
Les bendigo hijos Míos, les llamo a mantenerse preparados; ustedes saben cómo, así no serán sorprendidos por el mal.
Son Mis hijos, a todos amo.
Mi Misericordia es infinita, perdono al más grande pecador si este llega a Mí arrepentido. Deseo sus manos colmadas de obras y actos en Mi Voluntad.
Mi Corazón les espera con Amor Eterno.
Su Jesús
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) Sobre los Mandamientos, sacramentos y obras de Misericordia, leer…
(2) Sobre la unidad del Pueblo de Dios, leer…
(3) EL gran Aviso de Dios a la Humanidad…
COMENTARIO DE LUZ DE MARÍA
Hermanos:
Con Amor Eterno nos ama Nuestro Señor Jesucristo. Esto me lleva a recordar, Jeremías 31,3:
“Yahvé se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Hermanos, con ese mismo amor con que somos amados por Dios, nosotros debemos amar a Dios, en estos momentos que nos acercan también a la aparición del Anticristo.
Al acelerarse tantos momentos de dolor para la humanidad, tenemos más cerca al Anticristo, del que nos habla Nuestro Señor Jesucristo. Al igual nos habla de la iluminación de las conciencias, de lo que algunos se han olvidado y que también se acerca más a nosotros.
Hermanos, la humanidad agoniza en su propio lodo, pero con ese Amor Eterno de Nuestro Señor poseemos la Divina Misericordia que siempre está abierta para nosotros.
No pensemos que se puede pasar la vida pecando y al final arrepentirse porque no conocemos el día ni la hora, por ello hay que vivir cada día como si fuese el último día.
Con la fuerza de ese Amor Eterno de Dios, continuemos suplicando Su Divina Misericordia.
Amén.